Actualmente el sector se encuentra en una situación límite ya que, una vez más, la incertidumbre se adueña del mercado y son los viajes escolares tanto de actividades como de nieve los que en muchas ocasiones no encuentran ni la legislación ni los apoyos necesarios queden la seguridad suficiente a los colegios y familias para programar actividades a lo largo del año. “Necesitamos trasladar a las familias y colegios la seguridad de nuestros protocolos y nuestro conocimiento de la actividad para salvar un sector esencial en nuestra sociedad y que se encuentra en una situación extremadamente peligrosa” Son palabras de José Manuel Fernández, Portavóz de la patronal de empresas de Actividades y Campamentos. “El sector está preparado para afrontar la temporada tal y como ocurrió en verano, con una oferta segura y adaptada, pero el mercado tiene miedo por la falta de mensajes claros a nivel institucional.” Según asegura Fernandez, “Por parte de la ANEACAMP estamos preparando una propuesta para ayudar a los responsables a buscar formulas que den seguridad al mercado, siguiendo con nuestra labor constructiva y de apoyo a las instituciones, pero necesitamos que sean las instituciones las que nos ayuden a trasladar que este, al igual que ocurrió en la temporada de verano, es un sector preparado para afrontar esta situación con plenas garantías.”
A día de hoy, la situación es alarmante, según los datos que maneja ANEACAMP, el 65 % de las empresas organizadoras de Campamentos no pudieron abrir sus puertas este año y de estas cerca del 80% están abocadas a un cierre definitivo. Las pérdidas acumuladas hasta Octubre de 2020, llega al 75 por ciento de la facturación anual de media. Los cálculos de este colectivo establecen pérdidas de 150.000 puestos de trabajo directos además del impacto que tiene la falta de viajes escolares en los puntos de destino.
Desde ANEACAMP creen que es el momento de tener una reunión urgente con las Instituciones Públicas para estudiar medidas de apoyo a un sector que tiene un impacto trasversal en la sociedad y crear una estrategia que permita salvar la temporada tanto de invierno como la próximas primavera y verano y establecer puntos de encuentro con las instituciones para para dar respuesta a la demanda que la sociedad reclama al sector.